October 5, 2010

Hablar para decir algo

¿ Entiende usted con un mínimo de coherencia lo que hablan sus hijos?

-        Osea...
-        Puta madre...

Hablo de niños de 12 años, de jóvenes de 18. sea usted franco: no los entiende. A veces ni una sola palabra. Tampoco ellos, la verdad sea dicha, quieren transmitirle nada congruente, razonable. Pero no es que le oculten, con intención constatable algo substancial tras el parloteo paupérrimo con que abastecen su oralidad, sino que no tienen nada complejo que decir. Su verbalidad cobija emociones muy sencillas, agitaciones inmediatas y parvas turbaciones elementales. Su lenguaje esta adaptado a este erial interior. Porque ahí esta la clave, según colijo, de la simplicidad sorprendente que caracteriza al lenguaje actual de la juventud primera – y aún de la segunda -: en que es un lenguaje urgente y pavloviano, de respuesta primaria al estimulo que se recibe, sin que haya en su raíz un orden rico y jugoso de ideas. Suele apremiarse a los jóvenes para que enriquezcan su dispositivo lingüístico, para que pueblen su oralidad de términos, para que acumulen palabras de memoria. Suele clamarse “la juventud habla con ochocientas palabras el castellano de la cotidianeidad”. Quizá sea así. Pero la escasez no revela solo una falta de lectura, sino que aflora una pobreza impresionante de ideas. La juventud, y aún los adultos de la generación de sus padres no padecen miseria verbal únicamente sino que sufren pobreza conceptual, ideologica.

Ya se que la lectura abundante enriquece el lenguaje empleado, entre otras cosas porque las palabras adquiridas se adoptan con una carga conceptual e histórica, lo que equivale a enriquecer el proceso intelectual. Pero también parece indudable que la lectura se amamanta en un deseo inmediato y acuciante de saber cosas para responder a los interrogantes vitales que nos planteamos. Y yo me pregunto si ese ansia existe. Si la sociedad en su conjunto no suscita enigmas y afán de resolverlos, necesidades altas y voluntad de satisfacerlas, la precisión de leer no emerge a la superficie. Y al no darse esa precisión de leer la adquisición de palabras deja de aguijonearnos. Se convierte todo lo mas en un lujo de la memoria, cosecha muerta, por tanto. Los idiomas no se pueden saber de memoria. En cualquier caso, una memoria de tal volumen es presumible en contados y singulares individuos.

Es decir, estamos ante un problema angustiosamente circular. No se habla con riqueza porque no hay ideas a las que servir con palabras; hay escasez de ideas porque no se lee en cantidad suficiente, no se lee en cantidad suficiente porque no existe ambición ideológica y todo ello nos regresa a la inicial pobreza verbal. Este es el panorama, sencillamente esquematizado y a mi modo de ver. ¿ Y como se cambia situación tan perversa? Yo creo que ante todo replanteando la vida como problema, el mundo como aventura y el futuro como enigma a resolver. O lo que es igual, recargando nuestra vida de la necesidad de novedades vitales, hondamente extendidas. Si un muchacho se deslumbra por el paisaje, se enciende ante la injusticia, pretende el cambio y persigue con objetivo moral, ese muchacho, creo acaba por necesitar un nutrido arsenal lingüístico Y lo busca en la gran fuente donde se encuentra: en la lectura. Como siempre, lo importante es crear, ante todo y primariamente la necesidad. Luego, el lenguaje, como la intendencia en los ejércitos combativos, sigue. La pobreza lingüística es, ante todo, una pobreza de ideas.

Texto por: Antonio Alvarez Solis

1 comment:

Anonymous said...

Holla Jugadores de poker


Me encanta su pagina, No se si tu disfrutas de Poker Online, jo ha passado aqui para ayudes pero jo ha conseguido um dinero gratis de poker a http://www.espanol.pokersemdeposito.com/ para Bet Raiser de 40$ gratis, ahora la question es que jo no sé que jugar cash game o tournments?.......no sé mucho de estrategia de Poker!
Adios
excusa mi mal espanol!