July 2, 2010

¿ QUIEN LE PONE EL CASCABEL AL GATO?


El día domingo 21 de Junio de 2010 los salvadoreño fuimos testigos de un hecho brutal y lamentable. Un microbus de la ruta 47 que hace su recorrido en  Mejicanos, mas específicamente de la colonia Montreal al centro de San Salvador y viceversa, fue interceptado alrededor de las 7:00 pm por presuntos pandilleros de la Mara 18 (bueno, no presuntos). Procedieron a disparar al motorista y cobrador, acto seguido rociaron de gasolina la unidad y le prendieron fuego con alrededor de 30 personas en su interior, disparando a matar a quien intentaba salir por las ventanas. El saldo fatal fue de 12 muertos el día del incidente y otros tanto en el hospital, siendo a la fecha 17 las victimas mortales. Y sigue contando...

Las reacciones de la población no se hicieron esperar. Horrorizados y consternados las muestras de repudio inundaron los diferentes espacios en Facebook, Twiter y demás redes sociales. Los periódicos publicaron sendos titulares, editoriales, notas, entrevistas, opiniones, etc. Los noticiarios hicieron lo propio dedicando su espacio televisivo casi exclusivamente a cubrir la noticia y los posteriores operativos policiales que dieron como resultado la captura de 3 personas (pandilleros) y el secuestro de armas de grueso calibre, municiones, drogas, dinero en efectivo y otros géneros que apoyarían al proceso penal que en ese momento iniciaba

Acto seguido se comenzó a hablar de “pena de muerte”. La población en general ha mostrado una actitud favorable a esta iniciativa y los comentarios en Facebook y Twiter van del “matenlos a todos”, “deberían haber linchamientos públicos”,  hasta el clamor por el surgimiento de grupos de exterminio como la ya mítica “sombra negra”. El presidente de la República anuncio una serie de medidas tales como una “ley antipandillas”, control del ejercito en penales, despliegue militar en los diferentes puntos ciegos de las fronteras, etc.. El antes partido gobernante ARENA ha propuesto una serie de medidas tales como penal de máxima seguridad en una isla en el Golfo de Fonseca, comando militar antipandillas, granjas de reinsercion, etc.

Actualmente la aprobación de cualquier medida esta en manos de la Asamblea Legislativa (ZZZ...). El clamor popular tendrá que esperar.

Lo cierto es que este suceso marca un antes y un después en cuanto a nuestra actitud hacia el fenómeno de la delincuencia.

No es un secreto para nadie que desde la firma de los acuerdos de la paz en el año de 1992, el accionar delincuencial ha ido aumentando año con año, asimismo la impunidad con que operan desde la sucursal salvadoreña del Cartel del Golfo, pasando por las diferentes y coloridas “clicas” de las maras “salvatrucha” y “18”, hasta el mas humilde ratero que opera en los mercados y autobuses, ademas de contrabandistas, tratantes de personas, violadores, roba vehículos, secuestradores y toda esa floreciente industria delincuencial que nos ha hecho acreedores del dudoso honor de ser el país mas violento de Latinoamerica (Colombia esta en guerra, no cuenta). Todo esto bajo el amparo y protección de policía, políticos, jueces, funcionarios administrativos, abogados, diputados y ONG´s que les justifican y lloran cada vez que se toca a los “reyes del hogar”.

Por supuesto todos ponemos nuestro granito de arena, el delincuente pone la mano de obra, el Estado la protección y el pueblo pone los muertos.

La población vive con un continuo temor, desaliento y desesperanza. No tiene fe en el sistema judicial ni en las autoridades y ha aprendido a resignarse, expresando su sentir y pensar al respecto únicamente cuando una barbarie de esta magnitud hace que la prensa comience a hacer sondeos de opinión, mostrando las personas el deseo de medidas duras (quizá al estilo General Martinez) y en algunos casos el resurgir de cuerpos como la Guardia Nacional o la Policía de Hacienda. Pero en el fondo no tiene fe que ningún Gobierno, ni de izquierda, ni de derecha hará nunca nada.

Y es cierto...  El gobierno no hará nunca nada, tal vez unas cuantas detenciones, leyes que terminaran fracasando, registros a diestra y siniestra, discusiones bizantinas, acusaciones de diputado a diputado, formación de nuevas fracciones legislativas, etc. Pero nunca hará nada que resuelva el problema de una manera integral. Así que: ¿ QUIEN LE PONE EL CASCABEL AL GATO?

¿ Los grupos de exterminio?
¿ La espontaneidad de la población que se va a lanzar a linchar delincuentes?
¿ Las asociaciones de empresarios?
¿ La ONU? ¿ Hugo Chavez? ¿ Norman?

¿ Porque no vos, porque no yo? Al fin de cuentas soy yo el que esta escribiendo esto y arrengando al pueblo (probablemente hay algún oscuro interés en esto), y vos que lees con atención este articulo (si has llegado hasta acá, claro), asentís con la cabeza, probablemente te  ríes Esta simple relación escritor-lector nos hace cómplices y de alguna manera responsables de tomar cartas en el asunto, que nos afecta, nos duele, nos atañe y con seguridad terminara llevándose de encuentro a nuestros hijos.

Pero de alguna manera ni a vos, ni a mi nos toca parar la delincuencia. No nos toca ni debemos hacernos justicia por nuestra propia mano, no nos toca juzgar a los delincuentes, matarlos, ni encerrarlos, ni formar grupos de exterminio ni nada parecido. La verdad es que nadie un Ruanda al estilo criollo. Dar solución al problema de la delincuencia es trabajo de: Ejecutivo, Asamblea Legislativa, Fiscalia y demás órganos del Estado. Ellos no están realizando su trabajo. A ellos se les dio en voto de confianza en las urnas. A ellos hemos cedido una parte de nuestra libertad en virtud de un contrato social. A ellos  se les paga, de mis impuestos (porque el IVA lo paga hasta el huelepega de la calle, nadie se escapa. Que el empresario no traslade el impuesto es otra cosa) un jugoso salario, con el cual pueden darse un estilo de vida tal que les sustrae de la violencia que padecemos los siervos de la gleba.

¿ Porque justificamos que los diferentes órganos del Estado simplemente no realicen su trabajo? ¿Que pasaría si tu dijeras a tu jefe “no puedo hacer mi trabajo porque necesito mas recursos”? ¿ Que pasaría si antes de realizar tu trabajo consultaras con todos los departamentos de la empresa y discutieras tres meses los pros y los contras con tus compañeros? ¿ Durarías en el puesto?

¿ Que quiero decir?

El Estado trabaja para el pueblo, que es quien lo mantiene con sus impuestos.
La constitución de la República reconoce una serie de derechos entre ellos el de la vida y la integridad física, y establece  mecanismos para hacerlos valer, aun en perjuicio del Estado mismo.
Ningún cargo dentro de los órganos del Estado es intocable. Aun el presidente de la República puede ser removido de su cargo.
En El Salvador tenemos suficientes profesionales capaces: abogados, periodistas, médicos, psicólogos, sociólogos, estudiantes, artistas, etc. Formamos una clase media preparada  y estamos inconformes con la forma como se conduce el país La clase pensante del país es una fuerza dormida que necesita ORGANIZARCE.

¿ Para que?

Para PRESIONAR al gobierno a realizar su trabajo. Habrá de realizar actos de presión pacíficos que toquen las fibras sensibles del gobierno utilizando mecanismo legales nacionales y si es posible internacionales. Al fin de cuentas el gobierno es salvadoreño y los salvadoreños necesitamos un poco de presión para responder. Es que el gato es el gobierno, a este hay que ponerle el cascabel.

No hablo de marchas, las marchas en general han servido para muy poco (lo siento don Genaro y don Catalino); tampoco pegar calcomanias de Don Ramón (pues lo único que provoca es risa en los delincuentes); tampoco hablo de quebrar vidrios, ni manchar paredes, tampoco sirve para nada (lo siento señores del BRES); mucho menos de formar grupos en Facebook, en realidad los comentarios en esta red social sirven para lo que sirve una buena amiga, desahogarnos y llorar en su hombro.

En realidad hablo de verdaderas acciones de PRESION. No se que tipo de actos, en el próximo articulo tratare de aportar algunas ideas de como llevar a cabo este cometido en contra de la ineficiencia del gobierno.

continuara....

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